No llego a comprender como un partido, que se supone de centro, que fue esencial para el triunfo y posterior mantenimiento de la democracia en España, que moduló sus posturas marxistas en un tiempo en el que el contexto histórico, social e internacional lo requería, pudiendo así asumir responsabilidades de gobierno, ofenda en un momento post electoral no resuelto, con sus negativas a mantener siquiera dialogo, a toda esa masa electoral de centro que alguna que otra vez le ha confiado su voto y le ha hecho ganar tantas elecciones
Quizás sea la respuesta mas reaccionaria, de unos nuevos dirigentes y no de todo el partido socialista, pues Sánchez y su ejecutiva no optó, al menos públicamente, tras los resultados de las pasadas elecciones, por consultar a los cargos históricos del partido, tampoco a las bases, aunque amenazó con ello ante la posibilidad que se abría en España de gobernabilidad moderada y de consenso; una actitud del candidato socialista refrendada por una cúpula a la que se había encargado de cribar personalmente, una vez que tomada la posesión de su cargo como secretario general y que, no ha tardado en reafirmarle constituyéndole en el paradigma de esas nuevas sensibilidades que se imponen y arrastran al partido a una derrama de votos que favorecen otras opciones, incluso a la que se supone mas desgastada por el ejercicio del poder, y que ha sabido perseverar en el centro político, sin perder la esencia popular de los objetivos públicos, que no populistas (léase partido popular); ya que aun en época de crisis, desequilibrio presupuestario e incluso de replanteamiento por algunos exaltados del sistema organizativo constitucional español, ha contribuido de manera eficaz a aumentar la confianza de los mercados, con políticas de preocupación por lo cotidiano, como la generación de empleo y el obligado equilibrio presupuestario que se traduce en una bajo interés para la financiación, desbloqueando prioridades como el pago a proveedores, porque... con las cosas de comer, las que preocupan a todos aunque prioritariamente a las clases medias y cuyas soluciones no se hayan en tibias lecturas sobre revoluciones de libro de contrastados resultados ruinosos, NO SE JUEGA
Resulta sorprendente que esos eruditos que actualmente controlan el “sanedrín” de la calle Ferraz, en su mayoría jóvenes que reniegan de una cuestionable pero al fin y al cabo andadura democrática del partido socialista desde la transición, desligándose, con la callada, de liderazgos y antiguas, a su parecer, formas negociadoras de proceder, como si de vieja política se tratara, rompen o al menos quieren romper con toda una historia de luces y sombras al servicio de la democracia y defensa de los valores constitucionales, para ahora adoptar por medio del apoyo que prestan a otras fuerzas, la moda retro de formas revolucionarias y anárquicas que incorporan antiquísimas políticas importadas desde el este o el oeste del mapa, mas allá de nuestra geografía y cuya eficacia para igualar a los ciudadanos en su miseria, resulta probada.
Los nuevos cargos socialistas que comprendidos y secundados en su discurso por esos medios afines, voceros de trasnochada ideología, en manos de los cuales dejan sus futuros intereses, resultados y prebendas, no dan el paso a lo que seria su habitat natural, esos partidos en los que tiene cabida su ideario (PODEMOS Y CONFLUENCIAS), resulta por ello que el antiguo argumentario socialista, manoseado, no actualizado, desnaturalizado y virado hacia una izquierda de populismo hueco, de discurso trillado e ineficacia probada para alcanzar el tan cacareado progreso, basado ahora en las formas y desmontando la libre iniciativa como mecanismo para conquistar el avance social, (a razón de un presupuesto asumible), aniquila la voz de los amigos de la moderación al infiltrar la propia estructura del organigrama socialista, incluida la opinión de aquellos compañeros de dilatadas carreras al servicio de lo público, que en este tiempo prefieren callar ante el medio a perder el sillón con el consiguiente oprobio o bien la condena al ostracismo por la familia socialista, en su cercana jubilación política
Las ventajas de un pacto entre moderados, no se deben antojar despreciables, ya que conferiría estabilidad política al país y armonizaría, en un marco jurídico previsible, el porvenir económico y el desarrollo de las posibles reformas estructurales que la mayor parte de grupos en esta campaña refieren, pero eso sí, garantizando el pacto constitucional, no arruinándolo en pos de corrientes post-progresistas cuyos planteamientos van mas allá de su posible consecución material, y que por otra parte son de escasa viabilidad, por contradecir el devenir los tiempos conforme a las sociedades de nuestro entorno mas avanzadas
El esperado programa para la gobernabilidad del país, que desarrollado a través de los posibles pactos alcanzados, legitimado con la mayoría aplastante de millones de votantes representados por los escaños firmantes, resultaría útil a todos; tanto a los partidos que alcanzaran el acuerdo, en la medida que con su rúbrica permitirían el cumplimiento del mandato de los ciudadanos para formar ejecutivo, ahuyentando el fantasma de la desaceleración por falta de ajustes e incapacidad de los inversores para predecir riesgos, a la par que permitiría a los distintos grupos representados jactarse, especulando con la supuesta participación de cada uno en la profundización de esas reformas sociales, estas que han conformado un país mas justo sin perder su viabilidad económica, por medio de una oposición política al ejecutivo, que ha devenido en decisiva por la fuerza de los números y no meramente testimonial
Por otra parte, los ciudadanos también resultaríamos beneficiados por los citados acuerdos, en el sentido que se constataría la contribución decisiva de nuestro voto a la conformación de un posible gobierno, cuyas decisiones estarían constituidas por los distintos matices en el representados, a su vez disfrutaríamos de un ambiente conciliador y no de continuo enfrentamiento y desquite como el que sobrellevamos mas allá del periodo electoral, que parece no acabar nunca. El Clima político actual, que alcanza, con el descrédito, a las tradicionales agrupaciones políticas, consecuencia de las continuas y recíprocas acusaciones mutuas, no han conseguido la esperada repulsa frente a las corruptelas y clientelismo afincado en los distintos partidos, situación que se entiende debido a que en las últimas legislaturas, se han repetido las mismas irregularidades y los mismos errores intencionados o no una y otra vez, cuando tan solo de alcanzar y mantener gobierno se trata
La adopción de los citados compromisos afianzarían a su vez la imagen internacional de España como un país sensato, preocupado por los problemas de sus ciudadanos y por estos, las fuerzas políticas que los debieran y pueden representar, estarían dispuestas a entenderse mas allá de sus diferencias ideológicas, pues aunque rivales, no tienen que ser contrarias cuando peligra el interés de todos. Resulta obligado que ciudadanos y ante todo partidos, hagamos un ejercicio de democracia madura, para proyectar cara a Europa la idea de un país amable, fiable, responsable, cumplidor, asentado democráticamente y con el que se perfilan amplias posibilidades de entendimiento construido sobre directrices que provienen de Europa y que nos corresponsabilizan como socios
Beneficios que, una carrera política aún breve, como la Pedro Sánchez y su testarudez no le han permitido conjugar en todos sus intereses y con esa doble viabilidad, como futuro presidente del gobierno pero también como candidato socialista a la Moncloa, en cambio ha apostado y convencido a su partido de que la opción por el aislamiento de la fuerza mas votada es la impostura mas favorable, sin reparar en el elevado coste electoral que puede pasar a su grupo, al condicionar el voto de los ciudadanos que transformándose en útil se reencuentra en su opción mas radical, para posibilitar el nacimiento de un ejecutivo que... esperemos, por el bien de la nación, no sea un engendro conformado a través de retazos de fuerzas confluentes, desarrollando, cada una, sus oportunos programas, expresión de las características propias de sus siglas y actuando de forma autonomamente autoritaria, sin mantener la interacción , compromiso y cohesión que la constitución de un ente viable superior, el de las siglas con las que se presentan a las elecciones requiere (UNIDOS PODEMOS) y a las que de forma democráticamente responsable debieran servir
Intentar llegar a la Moncloa, por el atajo de denunciar una corrupción que el Sr. Sánchez en su partido no repudia, junto con el tono impostado que, aunque modulado para agradar, parece retratar gravosas intenciones, ha llevado al convencimiento a un amplio sector social, que el candidato se dirime entre el recato de las formas de lo que hoy sigue considerándose políticamente correcto, aunque no lo gestionó loablemente en la última campaña, y unas profundas ansias de conseguir el reconocimiento que sus méritos propios no le otorgan, extendiéndose cada vez más la suspicacia, entre sus votantes, si un posible mandato será ejercido en beneficio propio y en interés de su ego en vez de en servicio de la comunidad
Señor Sánchez la demagogia no colará mucho tiempo más, como tampoco el calificar a la derecha española de extrema, cuando en democracia y en las dos breves oportunidades que ha tenido capacidad de gestión, se ha caracterizado por la observancia de la legalidad, el equilibrio presupuestario y la buena marcha de la economía, esta última que, en definitiva, redunda sobre todos los ciudadanos y especialmente incide y se espera que lo haga con mas intensidad aún, sobre los más desprotegidos, los parados, principal preocupación del partido popular; en cambio ha amanecido en España una extrema izquierda, que, aunque con nombre propio, parece importada de otras regiones mas allá de nuestras fronteras y con la que usted presume de reunirse a pesar de las disensiones que tal actitud provoca en el seno de su partido y las limitaciones que este le ha impuesto para no sobrepasar, lo que como anfitrión los mentideros de la política insinúan que le interesaría, el tan citado marco constitucional
Esa izquierda de Podemos para la que la ley es negociable y la constitución superable en la medida que no se avengan con sus postulados dogmáticos, estos, que no se fundan en la concordia y buen entendimiento entre españoles sino en la revancha para implantar un sistema, que el vigente ha superado, y que antaño por la misma falta de respeto ante las normas, que hoy se predica, condujo a desordenes sociales y acabo en conflicto entre españoles. Se comprueba ahora que la única finalidad que aparece diáfana a lo largo de las lineas programáticas de estas citadas opciones políticas, es la derogación de la carta magna sin atender al mecanismo de reforma implícito que a su modificación precede y además la garantiza, como marco jurídico tan supremo como los derechos que incorpora, LOS DE TODOS, para que sean acatados sin importar el voto de los ciudadanos ni el color de la formación que gobierna
Por todo lo cual, señor candidato y por el bien común, ante el ridículo y falta de confianza que pueden provocar en Europa, posturas tan inconsistentes como la suya, le insto encarecidamente, si aún en su partido se interpreta el progresismo como sinónimo de modernidad, consenso, avance social, moderación y europeísmo, que reflexione al objeto que tras las elecciones y en función de los resultados obtenidos, apueste, dentro del marco de un más que previsible proceso negociador, por el respeto al resultado obtenido en las urnas, prestando su apoyo a la fuerza política que haya obtenido mayor numero de escaños; pues aunque pueda tener problemas de corrupción, los mismos o quizás menos y diferentes a los del actual PSOE que haciendo un ejercicio de maniqueísmo denuncia, (pues el cobro de comisiones por parte del PP para hacer concesiones políticas, es distinto pero no peor que meter la mano en la caja de los impuestos, cuyo destino presupuestario es aliviar a los más desfavorecidos y no a enriquecer las empresas creadas ad hoc por la familia socialista), aquella pueda, con su respaldo, profundizar en las reformas de la transición y afianzar los resultados económicos de los dos últimos años, para que esta vez y gracias al tiempo que su aval concedería, redunden en beneficio de todos
Quizás sea la respuesta mas reaccionaria, de unos nuevos dirigentes y no de todo el partido socialista, pues Sánchez y su ejecutiva no optó, al menos públicamente, tras los resultados de las pasadas elecciones, por consultar a los cargos históricos del partido, tampoco a las bases, aunque amenazó con ello ante la posibilidad que se abría en España de gobernabilidad moderada y de consenso; una actitud del candidato socialista refrendada por una cúpula a la que se había encargado de cribar personalmente, una vez que tomada la posesión de su cargo como secretario general y que, no ha tardado en reafirmarle constituyéndole en el paradigma de esas nuevas sensibilidades que se imponen y arrastran al partido a una derrama de votos que favorecen otras opciones, incluso a la que se supone mas desgastada por el ejercicio del poder, y que ha sabido perseverar en el centro político, sin perder la esencia popular de los objetivos públicos, que no populistas (léase partido popular); ya que aun en época de crisis, desequilibrio presupuestario e incluso de replanteamiento por algunos exaltados del sistema organizativo constitucional español, ha contribuido de manera eficaz a aumentar la confianza de los mercados, con políticas de preocupación por lo cotidiano, como la generación de empleo y el obligado equilibrio presupuestario que se traduce en una bajo interés para la financiación, desbloqueando prioridades como el pago a proveedores, porque... con las cosas de comer, las que preocupan a todos aunque prioritariamente a las clases medias y cuyas soluciones no se hayan en tibias lecturas sobre revoluciones de libro de contrastados resultados ruinosos, NO SE JUEGA
Resulta sorprendente que esos eruditos que actualmente controlan el “sanedrín” de la calle Ferraz, en su mayoría jóvenes que reniegan de una cuestionable pero al fin y al cabo andadura democrática del partido socialista desde la transición, desligándose, con la callada, de liderazgos y antiguas, a su parecer, formas negociadoras de proceder, como si de vieja política se tratara, rompen o al menos quieren romper con toda una historia de luces y sombras al servicio de la democracia y defensa de los valores constitucionales, para ahora adoptar por medio del apoyo que prestan a otras fuerzas, la moda retro de formas revolucionarias y anárquicas que incorporan antiquísimas políticas importadas desde el este o el oeste del mapa, mas allá de nuestra geografía y cuya eficacia para igualar a los ciudadanos en su miseria, resulta probada.
Los nuevos cargos socialistas que comprendidos y secundados en su discurso por esos medios afines, voceros de trasnochada ideología, en manos de los cuales dejan sus futuros intereses, resultados y prebendas, no dan el paso a lo que seria su habitat natural, esos partidos en los que tiene cabida su ideario (PODEMOS Y CONFLUENCIAS), resulta por ello que el antiguo argumentario socialista, manoseado, no actualizado, desnaturalizado y virado hacia una izquierda de populismo hueco, de discurso trillado e ineficacia probada para alcanzar el tan cacareado progreso, basado ahora en las formas y desmontando la libre iniciativa como mecanismo para conquistar el avance social, (a razón de un presupuesto asumible), aniquila la voz de los amigos de la moderación al infiltrar la propia estructura del organigrama socialista, incluida la opinión de aquellos compañeros de dilatadas carreras al servicio de lo público, que en este tiempo prefieren callar ante el medio a perder el sillón con el consiguiente oprobio o bien la condena al ostracismo por la familia socialista, en su cercana jubilación política
Las ventajas de un pacto entre moderados, no se deben antojar despreciables, ya que conferiría estabilidad política al país y armonizaría, en un marco jurídico previsible, el porvenir económico y el desarrollo de las posibles reformas estructurales que la mayor parte de grupos en esta campaña refieren, pero eso sí, garantizando el pacto constitucional, no arruinándolo en pos de corrientes post-progresistas cuyos planteamientos van mas allá de su posible consecución material, y que por otra parte son de escasa viabilidad, por contradecir el devenir los tiempos conforme a las sociedades de nuestro entorno mas avanzadas
El esperado programa para la gobernabilidad del país, que desarrollado a través de los posibles pactos alcanzados, legitimado con la mayoría aplastante de millones de votantes representados por los escaños firmantes, resultaría útil a todos; tanto a los partidos que alcanzaran el acuerdo, en la medida que con su rúbrica permitirían el cumplimiento del mandato de los ciudadanos para formar ejecutivo, ahuyentando el fantasma de la desaceleración por falta de ajustes e incapacidad de los inversores para predecir riesgos, a la par que permitiría a los distintos grupos representados jactarse, especulando con la supuesta participación de cada uno en la profundización de esas reformas sociales, estas que han conformado un país mas justo sin perder su viabilidad económica, por medio de una oposición política al ejecutivo, que ha devenido en decisiva por la fuerza de los números y no meramente testimonial
Por otra parte, los ciudadanos también resultaríamos beneficiados por los citados acuerdos, en el sentido que se constataría la contribución decisiva de nuestro voto a la conformación de un posible gobierno, cuyas decisiones estarían constituidas por los distintos matices en el representados, a su vez disfrutaríamos de un ambiente conciliador y no de continuo enfrentamiento y desquite como el que sobrellevamos mas allá del periodo electoral, que parece no acabar nunca. El Clima político actual, que alcanza, con el descrédito, a las tradicionales agrupaciones políticas, consecuencia de las continuas y recíprocas acusaciones mutuas, no han conseguido la esperada repulsa frente a las corruptelas y clientelismo afincado en los distintos partidos, situación que se entiende debido a que en las últimas legislaturas, se han repetido las mismas irregularidades y los mismos errores intencionados o no una y otra vez, cuando tan solo de alcanzar y mantener gobierno se trata
La adopción de los citados compromisos afianzarían a su vez la imagen internacional de España como un país sensato, preocupado por los problemas de sus ciudadanos y por estos, las fuerzas políticas que los debieran y pueden representar, estarían dispuestas a entenderse mas allá de sus diferencias ideológicas, pues aunque rivales, no tienen que ser contrarias cuando peligra el interés de todos. Resulta obligado que ciudadanos y ante todo partidos, hagamos un ejercicio de democracia madura, para proyectar cara a Europa la idea de un país amable, fiable, responsable, cumplidor, asentado democráticamente y con el que se perfilan amplias posibilidades de entendimiento construido sobre directrices que provienen de Europa y que nos corresponsabilizan como socios
Beneficios que, una carrera política aún breve, como la Pedro Sánchez y su testarudez no le han permitido conjugar en todos sus intereses y con esa doble viabilidad, como futuro presidente del gobierno pero también como candidato socialista a la Moncloa, en cambio ha apostado y convencido a su partido de que la opción por el aislamiento de la fuerza mas votada es la impostura mas favorable, sin reparar en el elevado coste electoral que puede pasar a su grupo, al condicionar el voto de los ciudadanos que transformándose en útil se reencuentra en su opción mas radical, para posibilitar el nacimiento de un ejecutivo que... esperemos, por el bien de la nación, no sea un engendro conformado a través de retazos de fuerzas confluentes, desarrollando, cada una, sus oportunos programas, expresión de las características propias de sus siglas y actuando de forma autonomamente autoritaria, sin mantener la interacción , compromiso y cohesión que la constitución de un ente viable superior, el de las siglas con las que se presentan a las elecciones requiere (UNIDOS PODEMOS) y a las que de forma democráticamente responsable debieran servir
Intentar llegar a la Moncloa, por el atajo de denunciar una corrupción que el Sr. Sánchez en su partido no repudia, junto con el tono impostado que, aunque modulado para agradar, parece retratar gravosas intenciones, ha llevado al convencimiento a un amplio sector social, que el candidato se dirime entre el recato de las formas de lo que hoy sigue considerándose políticamente correcto, aunque no lo gestionó loablemente en la última campaña, y unas profundas ansias de conseguir el reconocimiento que sus méritos propios no le otorgan, extendiéndose cada vez más la suspicacia, entre sus votantes, si un posible mandato será ejercido en beneficio propio y en interés de su ego en vez de en servicio de la comunidad
Señor Sánchez la demagogia no colará mucho tiempo más, como tampoco el calificar a la derecha española de extrema, cuando en democracia y en las dos breves oportunidades que ha tenido capacidad de gestión, se ha caracterizado por la observancia de la legalidad, el equilibrio presupuestario y la buena marcha de la economía, esta última que, en definitiva, redunda sobre todos los ciudadanos y especialmente incide y se espera que lo haga con mas intensidad aún, sobre los más desprotegidos, los parados, principal preocupación del partido popular; en cambio ha amanecido en España una extrema izquierda, que, aunque con nombre propio, parece importada de otras regiones mas allá de nuestras fronteras y con la que usted presume de reunirse a pesar de las disensiones que tal actitud provoca en el seno de su partido y las limitaciones que este le ha impuesto para no sobrepasar, lo que como anfitrión los mentideros de la política insinúan que le interesaría, el tan citado marco constitucional
Esa izquierda de Podemos para la que la ley es negociable y la constitución superable en la medida que no se avengan con sus postulados dogmáticos, estos, que no se fundan en la concordia y buen entendimiento entre españoles sino en la revancha para implantar un sistema, que el vigente ha superado, y que antaño por la misma falta de respeto ante las normas, que hoy se predica, condujo a desordenes sociales y acabo en conflicto entre españoles. Se comprueba ahora que la única finalidad que aparece diáfana a lo largo de las lineas programáticas de estas citadas opciones políticas, es la derogación de la carta magna sin atender al mecanismo de reforma implícito que a su modificación precede y además la garantiza, como marco jurídico tan supremo como los derechos que incorpora, LOS DE TODOS, para que sean acatados sin importar el voto de los ciudadanos ni el color de la formación que gobierna
Por todo lo cual, señor candidato y por el bien común, ante el ridículo y falta de confianza que pueden provocar en Europa, posturas tan inconsistentes como la suya, le insto encarecidamente, si aún en su partido se interpreta el progresismo como sinónimo de modernidad, consenso, avance social, moderación y europeísmo, que reflexione al objeto que tras las elecciones y en función de los resultados obtenidos, apueste, dentro del marco de un más que previsible proceso negociador, por el respeto al resultado obtenido en las urnas, prestando su apoyo a la fuerza política que haya obtenido mayor numero de escaños; pues aunque pueda tener problemas de corrupción, los mismos o quizás menos y diferentes a los del actual PSOE que haciendo un ejercicio de maniqueísmo denuncia, (pues el cobro de comisiones por parte del PP para hacer concesiones políticas, es distinto pero no peor que meter la mano en la caja de los impuestos, cuyo destino presupuestario es aliviar a los más desfavorecidos y no a enriquecer las empresas creadas ad hoc por la familia socialista), aquella pueda, con su respaldo, profundizar en las reformas de la transición y afianzar los resultados económicos de los dos últimos años, para que esta vez y gracias al tiempo que su aval concedería, redunden en beneficio de todos
Fran J. Polo
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