martes, 20 de noviembre de 2018

SUSANA DÍAZ Y LA CORRUPCIÓN DEL RÉGIMEN ANDALUZ











  1. SUSANA DÍAZ Y SU VINCULACIÓN A LOS ERES, CURSOS DE FORMACIÓN

  2. EL MARIDO DE LA PRESIDENTA

  3. LA ECONOMÍA ANDALUZA DESDE QUE OCUPÓ LA PRESIDENCIA SUSANA DÍAZ

  4. 40 AÑOS DE RÉGIMEN SOCIALISTA ANDALUZ

  5. RECURSOS RECIBIDOS

  6. MAL GOBIERNO DE LA CORRUPCIÓN

  7. EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA ANDALUZA

  8. PESO DE LA INDUSTRIA EN ANDALUCÍA





1.- SUSANA DÍAZ Y SU VINCULACIÓN A LOS ERES Y CURSOS DE FORMACIÓN

La presidenta de la Junta ha tirado de currículum, en el que aparecen su licenciatura en Derecho por la Universidad de Sevilla y un máster en Alta Dirección de Instituciones Sociales, pero el curso que permitió a una Susana az, que ingresa con 17 años en las Juventudes Socialistas, obtener este titulo Máster fue impartido por el Instituto Internacional San Telmo, perteneciente a una fundación con el mismo nombre, y que de 2004 a 2009 estuvo subvencionada con fondos de los ERE.
En ese mismo periodo, y como “contrapartida”, cargos de la Junta de Andalucía y del PSOE obtuvieron formación gratuita en ese centro, tal y como consta en el sumario de la juez Alaya desvelado en septiembre por La Razón, de ahí las reticencias de la Junta a hacer público del documento que avalase el pago del mencionado máster por parte de Díaz
La presidenta andaluza no ha trabajado nunca fuera del PSOE y necesitó diez años para finalizar la carrera de derecho, de hecho sabemos que recogió su título en la Universidad de Sevilla a finales del 2017 en una “ceremonia” privada, en la que pidió expresamente la no presencia de medios.

Tanto María Jesús Montero, consejera de Salud con Manuel Chaves, como José Antonio Griñán, consejero de trabajo y posteriormente presidente de la Junta, al haber sido miembros de los consejos de gobierno del anterior presidente participaron en las decisiones dando luz verde a las ayudas fraudulentas de los EREs ; pues bien, María Jesús Montero, ha sido una estrecha colaboradora de Susana Díaz, persona de su máxima confianza y una veterana del gobierno andaluz desde la etapa de Manuel Chaves al frente de la Junta. La juez Mercedes Alaya, -primera instructora del caso EREs- volvió a denunciar las presiones que recibió en su Juzgado por parte del PSOE y de la Junta y los continuos obstáculos a su investigación. Una Junta en la que la nueva ministra ha jugado con Susana Díaz un papel determinante.



La oposición denuncia la estrategia de desinformación y la falta de colaboración del Gobierno andaluz presidido por Susana Díaz con la comisión de investigación y cuando se ha visto obligado a participar, ha inundado el Parlamento con miles de documentos, atestó varías salas con papeles, no discriminó los expedientes bajo sospecha, que en muchos casos siguen sin llegar a manos de la oposición, y tampoco atendió la reclamación de que esa documentación llegara digitalizada, aunque la mayoría de esos documentos tienen copia digital.

Uno de los representantes de la Cámara de Cuentas reconoció que fueron las presiones de la Junta las que hicieron que se borrara el nombre del Griñán de un informe oficial de auditoría que lo señalaba como responsable del desmadre de los ERE.

Otra de las auditoras de la Cámara explicó que las famosas transferencias de financiación con las que se pagaban EREs y ayudas sociolaborales se usaron "en fraude de ley" y que se había eliminado de los informes oficiales toda referencia al menoscabo de fondos públicos a pesar de haberse constatado "evidentemente" el riesgo.
Esto es, el paso de interventores y auditores está dejando el juicio sobre el procedimiento de los ERE, donde hay procesados 22 ex altos cargos de la Junta, a los pies de unos caballos que van a depender mucho de las conclusiones que alcance la Fiscalía al final de sus sesiones. Luego se verá si los caballos que resulten decisivos se dirigen directamente hacia Susana Díaz y la Junta de Andalucía.

Los tres ministros andaluces del gabinete de Pedro Sánchez entraron en la política de la mano de Chaves, hoy enjuiciado por el 'caso ERE'. A Carmen Calvo la nombró consejera en 1994 y en aquel ejecutivo coincidió con Planas, cuya amistad perduraría con los años. María Jesús Montero entró como consejera una década después, en 2004, al frente de Sanidad. Luego en 2012, ya con Griñán de presidente, coincidió con Luis Planas, este otra vez como titular de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.

Como Susana Díaz, Antonio Pulido Gutiérrez, fue un protegido de José Antonio Viera, quien se perfila como uno de los máximos paganinis del caso ERE desde los 20 millones anuales que administra en la Fundación Cajasol que preside, es el correo de la presidenta de Andalucía. Según el Confidencial Andaluz, nunca se investigó la desaparición de un préstamo a nombre Manuel Chaves y 32 dirigentes socialistas más, del circuito informático de la Caja de Ahorros de Jerez, luego incorporada a Caja San Fernando. Tampoco se investigó el "tráfico de coincidencias" familiares de la plantilla de esta última con destacados dirigentes socialistas, Tampoco la existencia de tarjetas black en manos de sus dirigentes afines al PSOE. Tampoco la venta de participaciones preferentes, como las de Caja Madrid, cuando era presidente de la entidad Cajasol el propio Pulido. Curiosamente, la Junta multó a Caixabank en 2013 y omitió el papel del amigo de Susana, ya consejera de la Junta. El hábil Pulido se convertía así en el "cuarto rey mago" de Sevilla gracias a sus subvenciones generalizadas a entidades, asociaciones y fuerzas vivas.
Añade El Confidencial Andaluz que Pulido riega de dinero a "colegios profesionales, medios de comunicación, Policía Nacional, Guardia Civil, Cámaras de Comercio, sindicatos (CCOO y UGT), patronal CEA, el mundo de los toros, el flamenco, el Defensor del Pueblo, la Cámara de Cuentas, Consumidores, Congresos de Jueces y Fiscales, los Carnavales y la Feria de Abril (donde financia y monta una gran caseta cada año) y, también, el pueblo donde nació, Castro del Río, en la provincia de Córdoba. Es un gran gastador en publicidad institucional de su Fundación, el segundo gastador después de la Junta, nada menos, lo que le convierte en intocable para determinada prensa andaluza.
Imagínese que haría si su amiga Susana, a la que llevaba en Vespa cuando ambos eran miembros de Juventudes Socialistas, le pidiera algo alguna vez. Pulido se jacta demasiado de ser un íntimo de Susana Díaz, que, por cierto, le invitó al bautizo de su hijo. O sea Pulido, que ha logrado ser incluso Caballero de la Orden de la Estrella de Italia, condecorado en presencia de Susana Díaz cuando era consejera de Presidencia de José Antonio Griñán en 2013,
Ahora bien, lo relevante en este momento es su papel en la corte de Díaz. Se sabe además que es amigo de quien dirige Canal Sur, Joaquín Durán, e incluso del consejero de Justicia de la Junta de Andalucía y ex fiscal, Emilio de Llera. Pero Pulido afina cuando se apunta el tanto de haber fraguado amistades juveniles con Rafael Velasco, que llegó a ser número 2 de Griñán y revoleado por el caso del fraude de la formación; con Susana Díaz, entonces secretaria de organización de las Juventudes Socialistas y el entonces alto cargo del Instituto Andaluz de la Juventud, Mario Jiménez, del que ya hemos hablado.


El que fue director general de trabajo de la junta y uno de los principales encausados en el juicio de la pieza politica de los ERE, Francisco Javier Guerrero, echo el domingo mas leña al fuego de los ere, al afirmar en un programa de televisión que la presidenta de la Junta Susana az, durante su etapa de secretaria de organización del PSOE en Sevilla ”se interesaba” por algunos de los expedientes de las ayudas bajo sospecha,apunta que era conocedora de las ayudas recibidas por algunas empresas
José María Moriche, marido de la presidenta de la Junta de Andalucía, será incluido en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo que la cadena de librerías sevillana para la que trabajaba

Susana Díaz niega cualquier atisbo de vinculación a los casos de corrupción investigados y se hace eco de ser el gobierno de la transparencia en cambio la magistrada sevillana Mercedes Alaya lamenta las presiones políticas que directa e indirectamente recibió durante la instrucción de esos macroprocesos, así como las recibidas por un testigo protegido del caso de los cursos de formación.
A preguntas de una entrevista realizada por el diario ABC de Sevilla la magistrada contesta:

¿Ha sufrido presiones e injerencias políticas directas o soslayadas cuando instruyó el caso ERE, Mercasevilla, el de los avales, los cursos de formación…?
Por supuesto, a diario. ¿Cómo? A través de las manifestaciones constantes en Prensa por parte de los políticos, como cuando Alfonso Guerra dijo que yo estaba vinculada al PP, o que tenía una relación especial con Juan Ignacio Zoido, extremos totalmente alejados de la realidad, o como cuando Susana Díaz contactó con el CGPJ para sugerir o protestar en relación al caso de los ERE. Pero las injerencias en mi imparcialidad e independencia que más me han dolido han sido las protagonizadas desde altos cargos del poder judicial.
Volviendo a los políticos, lo de la presidenta de la Junta de Andalucía fue muy grave, pues provocó en mi opinión que yo dejara de investigar dichos procedimientos a cambio de un pacto político que se debió producir entre el PP y el PSOE, y que ya venía evidenciándose en las diferentes macrocausas que instruía al denotarse un menor interés acusatorio”

Un testigo protegido en el caso de los cursos de formación, ha denunciado presiones y acoso por parte de la Junta. Eso no anima mucho a otras personas para destapar presuntos casos de corrupción.
Este señor se vio acosado mucho antes de que declarara judicialmente como testigo, porque él intentó desde dentro poner orden y denunciar todas estas irregularidades que se estaban poniendo de manifiesto. Lo que hicieron fue arrinconarlo en un despacho, sin ningún ordenador, sin posibilidades de trabajar ni ejercer ninguna labor profesional, quitándole todas las funciones que desarrollaba... Es lamentable el poder que puede ejercer la Administración pública sobre determinadas personas, un poder coercitivo, el mismo que en ocasiones ha intentado ejercer sobre mí la Junta de Andalucía. Imagino que en el caso de otras comunidades autónomas habrá otros jueces que habrán pasado por el mismo calvario”.
Cree la magistrada que PSOE y PP, a través de los vocales que designaron en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), forzaron su apartamiento de la causa para favorecer el estatus quo que tenían en el poder autonómico. Alaya pidió la plaza que ahora ocupa en la Audiencia sevillana, pero su intención era mantenerse en el juzgado de instrucción en comisión de servicio, lo que el Poder Judicial no permitió. También denuncia presiones del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y deja sobre la mesa «cosas asombrosas» que vio en la trama corrupta de la Junta de Andalucía.

Insiste en que aunque ella pidió ese ascenso para no desperdiciar la oportunidad,tenía el "compromiso verbal" de ser quien culminara la investigación de las macrocausas de los ERE o el supuesto fraude de los cursos de formación "dado el conocimiento adquirido sobre esos casos misma" al cabo de varios años de instrucción. Perdía más tiempo, llega a decir, "dando clases particulares" para explicárselos a un nuevo juez que haciéndolo ella. Pero se encontró con que "todo fue un burdo engaño porque tanto los vocales del PP como los del PSOE en el CGPJ votaron unánimemente, con el informe favorable del TSJA, para que yo no siguiera con la investigación de dichos procedimientos".

La número dos del PP andaluz ha manifestado al respecto "Lo que sí es una farsa es la imagen de sí misma que ha tratado de venderle la señora Díaz a los andaluces y a los españoles, cuando se ha demostrado que practica el mismo clientelismo y el mismo nepotismo que ha caracterizado al socialismo andaluz", lamentó que la presidenta intente poner "en tela de juicio" la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado al investigar los cursos de formación.
Cuando Susana Díaz llegó a la presidencia de la Junta de Andalucía, una de las parrafadas más grandes se la dedicó a la transparencia, abrir ventanas y dejar que entre un aire nuevo… Lo dijo así: “Nos proponemos que la transparencia sea el principio rector del funcionamiento de la Administración, aprovechando sin titubeos todas las potencialidades que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación (…)
Era el otoño de 2013 y en el mucho tiempo transcurrido, la transparencia de la gestión pública en Andalucía se ha convertido en una estafa consumada con algunos hitos notables en autoritarismo a los que no había llegado el PSOE andaluz ni siquiera en los tiempos en los que gobernaba la comunidad con sucesivas mayorías absolutas. Por ejemplo, fulminar a la mayoría del Consejo Consultivo después de que cometieran ‘la impertinencia’ de afearle jurídicamente la ilegalidad de algunas de las normas que pensaba aprobar. O saltarse el pacto que mantiene suscrito con Ciudadanos para combatir la corrupción, que debe ser que no se considera de aplicación en la trama política de los ERE, la que afecta a Chaves y a Griñán.
Los primeros que se sintieron estafados por las promesas incumplidas de transparencia de Susana Díaz fueron sus antiguos socios de Izquierda Unida, a los que dejó plantados en medio de la legislatura anterior con casi todo el pacto por cumplir. Tan mal acabó aquel acuerdo de gobierno que, ahora, uno de los censores más agrios de Susana Díaz es el líder regional de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, que no para de repetir que Susana Díaz no es de fiar”.
En uno de los últimos debates del Parlamento andaluz, Maíllo se sofocó tanto que le dijo: “No deja que crezca la hierba, solo le gustan las puñaladas, los derrocamientos, las peleas, el malmeter, es la 'hooligan' del cole: pinchando todo el día con el bolígrafo y cuando saltamos es que se meten conmigo. Aburre, señora Díaz, no sabe cuánto. Representa la síntesis de lo peor de la política de este país”
En diciembre pasado, el Consejo Consultivo de Andalucía, que como todos los órganos de esta naturaleza emite informes sobre los proyectos de ley, elaboró un dictamen demoledor sobre una de las leyes que pensaba aprobar el Gobierno de Susana Díaz y que ella misma califica como ‘ley estrella’: la Ley de Formación Profesional. El Gobierno andaluz llevaba casi cuatro años elaborando ese proyecto de ley y, cuando finalmente lo envió al Consejo Consultivo, le encontraron tantos defectos, tantas cosas había que suprimir, que lo ha invalidado por completo.
Ese dictamen demoledor se sumaba a otros similares, varios consecutivos, Susana Díaz se decidió a tomar medidas para que no volviera a ocurrir. Por sorpresa, sin hablar con nadie, ni comunicar nada al Parlamento, fulminó a todos los consejeros que no tuvieran una vinculación directa con el PSOE o que estuvieran allí por el cargo institucional que ocupan, como la Fiscalía del TSJA. En el lugar de los cesados, colocó a gente de confianza, como María del Mar Moreno, que lo ha sido todo en Andalucía, consejera del Gobierno varias veces, número dos del PSOE-A y presidenta del Parlamento andaluz. Ninguno de sus predecesores se había atrevido a una actuación así, y es probable que nadie en cualquier otra autonomía, y menos aún en el Estado, se arriesgara a hacerlo; pero Susana Díaz, sí. otro mal ejemplo de transparencia, este en sentido literal: el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía condenó al Gobierno andaluz por incumplir sus propias normas de transparencia y las del Estado también. Fue por una antigua reclamación de una asociación de profesores, la APIA, que pedía que se les comunicara cuáles eran los planes de actuación de la inspección en centros de secundaria en la provincia de Sevilla. Como no se los entregaban —los profesores piensan que, en realidad, es que no existen, que se actúa arbitrariamente o no se actúa—, la sentencia le obliga a entregarlos y recuerda, además, que se trata de información pública, que no se puede ocultar.
En el pacto que firmaron en 2015, por el que Susana Díaz alcanzó la presidencia, los socialistas andaluces se comprometieron con Ciudadanos a lo siguiente: “La Junta de Andalucía colaborará en las investigaciones judiciales y policiales que se puedan llevar a cabo sobre presuntos actos de corrupción cometidos por personal al servicio de la propia Junta de Andalucía. Asimismo, se personará en los procesos judiciales por corrupción cuando pueda existir menoscabo para la Hacienda pública de la Junta de Andalucía”.
Pero no es eso lo que ha ocurrido en el mayor fraude cometido contra la Hacienda andaluza. Lo primero que vulneró ese acuerdo fue la decisión de la Junta de Andalucía de retirarse como acusación, y solicitar el archivo, de la llamada ‘pieza política’ de los ERE, la que afecta, entre otros muchos, a Manuel Chaves y a José Antonio Griñán. La sospecha ahora de Ciudadanos es que no solo se ha retirado, sino que, además, la Junta está pagando la defensa de esos acusados en los ERE. “Si es dinero público y se está pagando, tendrá que decirlo y explicar el por qué”.

  • VINCULACIÓN CON LOS CURSOS DE FORMACIÓN

El PP es quien más explicaciones ha pedido sobre las relaciones de José María Moriche marido de Susana az con la fundación de UGT, Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES), clave porque fue supuestamente una de las que más fondos públicos desviaron, cargando a la Junta por presuntas acciones formativas todo tipo de gastos del sindicato. Tras cuatro meses de reclamaciones, por fin llegó al Parlamento andaluz el famoso expediente 98/2009/J/217, por ocho millones de euros en ayudas públicas, donde se supone que figura el marido de Susana Díaz. Moriche trabajó como administrativo en esta fundación de UGT. Según fuentes del Gobierno andaluz, tuvo un contrato de fijo discontinuo “durante unos ocho años” y lo llamaban de forma puntual “por meses”. Su sueldo, aseguran, era de “mileurista”. Hasta hace poco, la Junta había limitado la vinculación de Moriche con el sindicato a un año, 2010.

Desde el PP-A quieren saber "en qué cursos ha estado trabajando como profesor, qué materias ha impartido, durante cuánto tiempo, qué proceso de selección ha pasado para ser elegido o cuánto cobró". La Junta inició, dos años después, una reclamación a UGT por este expediente de ayudas, aunque no se sabe por cuánto dinero ni si se ha recuperado alguna cantidad. Según la documentación oficial, al marido de la presidenta se le abonaron nóminas en concepto de “preparación, tutoría y evaluación” para cursos de informática de usuario, operador de cámara, técnico de sistemas microinformáticos y formador ocupacional con cargos a las ayudas dadas al sindicato para cursos.
El 5 de mayo de 2014, F.M. y A.M. revelan en 'La Razón' que la justificación del expediente 98/009/J/217 entregada por UGT a la Junta de Andalucía y que ahora revisa la Consejería de Educación incluye, entre otros apuntes contables, el salario de José María Moriche Ibáñez, marido de Susana Díaz que fue contratado por el Instituto para la Formación y Estudios Sociales (IFES) que gestionaba los cursos de formación adjudicados al sindicato.
En la documentación a la que ha tenido acceso 'La Razón', aparecen porcentajes del salario computados a distintas acciones formativas.
Es el caso de cursos de informática de usuario, diseño web y multimedia, técnico de sonido, infografista de medios audiovisuales, atención a enfermos de alzhéimer, celador sanitario, vigilante de seguridad privada, trabajador de centros de jardinería o automatismo con control programable.
Moriche trabajó como auxiliar administrativo -no como docente- en esta entidad. IFES cargaba a la subvención de la Junta un porcentaje de cada curso -incluido el coste de la seguridad social-, una práctica habitual del sindicato y de la que existen dudas sobre su legalidad, toda vez que no se podrían cargar los salarios del personal de estructura a subvenciones finalistas.
El expediente en cuestión en el que figura Moriche aglutina numerosas irregularidades que ya fueron denunciadas por la Cámara de Cuentas en su informe de fiscalización de la subvenciones otorgadas por el Servicio Andaluz de Empleo.
La Fiscalía Superior de Andalucía también ha detectado indicios delictivos. Se trata de una subvención de 8.021.823 euros que recibió UGT gracias a un convenio de colaboración con la Consejería de Empleo.
Como secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz firmó en abril de 2011 un convenio con el sindicato hermano En ese acuerdo se prevé crear un aula compartida en la casa del pueblo de Torreperogil (Jaén) para destinarla a dar cursos de formación. La jueza Mercedes Alaya abrió una línea de investigación y ordenó rastrear todas las cuentas bancarias de la Junta y el PSOE ante la sospecha de financiación ilegal del partido con los cursos de formación. Ya como presidenta de la Junta, tras conocer como consejera de la Presidencia la decisión de Griñán de suprimir la Consejería de Empleo, Susana Díaz decide en 2015 devolver este departamento al organigrama de la Junta y vuelve a mover las competencias de formación desde Educación.

Al frente de la supervisión de los expedientes, la presidenta situó al consejero José Sánchez Maldonado. La última vez que este dio cuenta públicamente de la investigación interna ordenada en el seno de la Junta fue en julio de 2015. En aquel momento, Sánchez Maldonado señaló un fraude de 72 millones de euros por ayudas que no habían sido justificadas. En ese periodo de 2007 a 2013, repartió 1.613 millones de euros.

Los responsables de la Intervención redactaron hasta ocho informes de actuación que hubieran obligado a la presidenta de la Junta a tomar medidas inmediatas contra el posible fraude, pero esta no ordenó medidas extraordinarias ni activó ningún código rojo.
Los socialistas sitúan a Susana Díaz al frente de esa nueva estrategia. “La presidenta lo sabe todo. Sin ella no se mueve un papel. Claro que comparte ese discurso”, señalan fuentes del grupo parlamentario socialista. Tampoco se sabe cuántas de las ayudas han prescrito, y se ha perdido el dinero porque las reclamaciones no han llegado a tiempo. Esa vía de información es constantemente bloqueada. La Guardia Civil ha alertado en un atestado de la prescripción de millones de euros. El exconsejero de Educación Luciano Alonso admitió que la investigación de la Junta no estaría cerrada hasta finales de 2015 ( se ha cerrado este año) y ya saltaron las alarmas por la prescripción de posibles delitos de desvío de fondos públicos.

Díaz obvia que el proceso de liquidación de la Faffe (Fundación Andaluza de Formación y Empleo) se prolongó hasta el año 2016 sin que se dieran detalles contables de la misma, y que anteriormente, bajo su presidencia, la Cámara de Cuentas desveló en 2014 que ese ente público no había justificado 50 millones de euros recibidos en subvenciones nominativas, entre otras irregularidades. La gestión de Faffe fue sometida a una auditoría realizada por ATD entre 2014 y 2016 cuyas conclusiones se trataron como información restringida por el Gobierno andaluz de tal forma que la Guardia Civil reclamó a la juez el pasado mes de junio, entre otras pruebas requeridas con antelación, tener acceso al documento «completo».

No es la única auditoría sobre el caso, ya que el exconsejero de Economía, José Sánchez Maldonado, anunció otro procedimiento, posterior al informe de la Cámara de Cuentas, que se encargaría a Deloitte. En ambos casos, la elaboración de los informes se retrasó en demasía y su difusión fue reservada. Poco se sabe de la segunda. El Gobierno andaluz remitió a la comisión parlamentaria que en 2016 investigó el fraude de los cursos de formación de la Junta un informe «mutilado y maquillado», según denunció el PP, de la auditoría de ATD; que solo incluía 56 de sus 225 páginas.
Mientras el discurso oficial era «máxima transparencia y tolerancia cero contra la corrupción», el Gobierno socialista rechazaba todas las peticiones que sobre la documentación de la Faffe le realizaron en la Cámara.
Mientras, en el plano judicial, el caso Faffe sigue una tortuosa tramitación, como prueban las repetidas peticiones de la UCO, el PP o la Fiscalía a la juez María Núñez Bolaños, para que acelere la instrucción y se obligue a la Junta a remitir la documentación requerida. La Junta está personada en la causa por lo que puede controlar los tiempos del proceso judicial.
En virtud del compromiso de «tolerancia cero contra la corrupción», la Junta hubiera inspeccionado por sí misma las cuentas de la Faffe a la vista de las revelaciones de la Cámara de Cuentas. Sería difícil que los llamativos pagos en prostíbulos con las tarjetas de la Faffe pasaran desapercibidas en el ámbito de la Administración. Aún así, la Junta nunca los hizo público y remitió los datos al juzgado siempre después de que se denunciaran públicamente.

Incluso después de conocerse el pago de 14.737 euros en el club Don Ángelo, el consejero ha venido negando que tuviera conocimiento de más cargos y más tarjetas en posteriores comparecencias parlamentarias, a pesar de la insistencia de la oposición. Así lo ha venido haciendo hasta la disolución de la Cámara en pleno escándalo y cuando había acuerdo de las fuerzas políticas de obligar a la presidenta Susana Díaz a comparecer ante una comisión de investigación que quedó sin efecto tras el adelanto electoral.
Hay otra dimensión del caso que implica igualmente a la presidenta Susana Díaz en el caso Faffe. Otra de sus líneas de investigación son los 8.844 contratos irregulares que realizó esta fundación de la administración paralela, entre los que constan numerosos casos de enchufismo de familiares de cargos públicos y mandos del PSOE andaluz. El director general de Faffe, Fernando Villén, a quien se atribuyen los gastos con tarjeta oficial en prostíbulos, fue secretario de Empleo en la ejecutiva del PSOE andaluz bajo la dirección de Manuel Chaves, hasta 2010. Susana Díaz fue secretaria de Organización de los socialistas andaluces entre 2010 y 2012, periodo en el que se produce el trasvase del personal de la Faffe al Servicio Andaluz de Empleo, que consolidó en el seno de la Junta esas sospechosas contrataciones.




2.- EL MARIDO DE SUSANA DÍAZ


Lo que 'más choca' de José María Moriche es la condición de 'mileurista' que figura en su última declaración de IRPF de 2012. El documento refleja que Moriche ganó en el último año 15.171,55 euros, (frente los 60.000 que declara su mujer) y le salieron a devolver 550,22 euros. Además, ambos afirman que tienen dos inmuebles con la propiedad repartida al 50%.
José María Moriche, cónyuge de la lideresa, lleva camino de ligarse indefinidamente a la tiesura. Recuérdese que, hace unos años, tras el escándalo de UGT donde había sido contratado para cerca de 50 cursos considerados irregulares por la propia Junta de Andalucía, fue contratado por Librerías Beta. Bueno, pues su empresa ha quebrado. La "mala suerte" le persigue. Un colectivo de sus trabajadores pone en duda la buena fe de la quiebra.
Susana Díaz fue nombrada consejera de Presidencia de la Junta en junio de 2012. Como tal, una de sus responsabilidades era Canal Sur. Poco después, a comienzos de 2013, su marido dejó el paro. Empezó a trabajar para un proveedor de la televisión pública. El grupo ZZJ, cuya matriz producía entonces programas para Canal Sur como Menuda noche y Diez razones, contrató a Moriche dentro de su cadena de librerías Beta, propiedad al cien por cien de la productora sevillana. ZZJ explicó entonces a este periódico que el esposo de la consejera superó un proceso de selección y que entonces nadie conocía su vinculación familiar con Susana Díaz.
"Es una pura anécdota. El proceso se realizó de forma totalmente limpia y estamos muy contentos con su trabajo", aseguraron. La productora destacó que tiene en plantilla a 250 trabajadores, por lo que considera que la contratación del marido de la entonces mujer fuerte del Gobierno andaluz no podía beneficiarle en nada en sus relaciones con Canal Sur.
Otra versión muy diferente ofrecen empleados de la librería. Se da la circunstancia de que más de 30 trabajadores de la cadena Beta -la mayor parte de su plantilla- han presentado reclamaciones para cobrar sus salarios entre los juzgados de la Social, ya que les deben cuatro nóminas.
Fuentes del colectivo explican que Moriche tampoco las ha cobrado. Aunque aseguran que "nadie se cree" que entró en la empresa tras un proceso de selección, el marido de la presidenta se ha ganado el aprecio de sus compañeros. "Es uno más, muy trabajador, para nada un privilegiado", aseguran.
José María Moriche trabaja reponiendo existencias en una librería de la cadena Beta, propiedad de la principal productora de Canal Sur. En la web de Beta queda reflejado que cuenta con fondos de Desarrollo Regional a través de la agencia IDEA, pertenece al grupo 'ZZJ', una de las productoras de Canal Sur, la Radio Televisión Autonómica de Andalucía.
Se sabía que la empresa, propiedad de la familia Zafra Benjumea, cuyo jefe, José María, ha sido productor privado de referencia en Canal Sur durante años, andaba regular de salud económica, algo que no es de extrañar dadas sus sistemas de contratación de personal. Nadie ha sabido explicar, como en el caso de UGT, por qué razón profesional fue contratado Moriche en calidad de auxiliar administrativo, según unos, y/o reponedor de libros, según otros.
La empresa librera de Zafra solicitó concurso de acreedores, petición aceptada. Como consecuencia de la situación, el grupo librero propuso la negociación de un expediente de regulación de empleo en el que afectará al menos 40 trabajadores, en una empresa formada por unos 46 o 47 empleados, por lo que el marido de Susana tenía todas las papeletas. De hecho, incluso se publicó que se había presentado voluntario al ERE.
La empresa Librerías Beta es una empresa antigua en Sevilla. Se fundó en 1978 y fue comprada por Zafra Benjumea a sus propietarios Mari Cruz López y José Velasco en 2011 cuando sus librerías dejaron unos beneficios de 206.416 euros. A partir de ese momento, 2012, las pérdidas fueron de 660.511 euros. En 2013, de 943.430 euros- En 2014, de 717.040 euros. En 2015, 504.721 euros y a 31 de agosto de 2016 (sólo 8 meses), de 858.917 euros según la información del Registro Mercantil y de la empresa.
Inexplicado aún por qué Zafra entró en el negocio de las librerías, al poco tiempo de controlar la empresa contrató a José María Moriche Ibáñez en 2013. Curiosamente, fue su práctica en ortopedias, no su trabajo en UGT, la que le valió el contrato con la productora ZZJ, dueña de las librerías del grupo.
Pues su presencia en la empresa ha sido corta. Ahora, su propietario, Zafra Benjumea, dice que los libros no son negocio, pero nada más presentar el concurso de acreedores entabló negociaciones con Casa del Libro, del grupo Planeta, para la venta de sus librerías. Zafra dice que la causa de la quiebra es la crisis, pero el colectivo mencionado le espeta: "Pregúntele al resto de librerías de Sevilla por sus ventas desde que usted empezó a arruinar a Librerías Beta. Pregúnteles a Librería San Pablo, a la FNAC, a la propia Casa del Libro, a Librería Palas, a El Corte Inglés si ellas están en crisis. Están encantados con lo mal que usted lo ha hecho".
Los trabajadores acusan a Zafra y familia de convencer, presionar o "como queramos llamar a sus trabajadores para que aceptaran irse antes de final de noviembre a sus casas, sin cobrar, y sin darles de baja para que otra empresa, La Casa del Libro entrará con todo el trabajo sucio hecho."


3.- LA ECONOMÍA ANDALUZA DESDE QUE OCUPÓ LA PRESIDENCIA SUSANA DÍAZ

La errática política económica de la Junta, otro motivo para el adelanto electoral, no se logra arrancar ningún compromiso del Gobierno central en contra de lo que sí consiguen otras comunidades como Cataluña.

Y eso que 759 millones de euros de los que van a llegar a Cataluña corresponden a déficit de inversión del Estado en esta comunidad autónoma, una reivindicación que Andalucía lleva años reclamando porque consta en su Estatuto, igual que en el de Cataluña. Porque los catalanes lograron en 2007 que el Gobierno central firmase con ellos un documento comprometiéndose a pagar ese déficit, el cual han reclamado en los tribunales y ahora van a recibir. Andalucía nunca ha recurrido ante la Justicia la falta de inversión del Gobierno central y ahora se ve con las manos vacías.

La comunidad autónoma tiene en vigor -hasta el 31 de diciembre- sus presupuestos y el Gobierno socialista no ve factible negociar las cuentas para 2019.
A su vez, la disolución del Parlamento desactiva los trabajos de la comisión de investigación sobre el uso de dinero público a través de las tarjetas de la extinta Fundación Andaluza para la Formación y el Empleo (Faffe) en clubes de alterne.
En esta crónica del anunciado anticipo electoral, el Gobierno andaluz pisó el acelerador y, sólo en septiembre, dio luz verde a iniciativas como una oferta de empleo público para la Administración de la Junta de 2.417 plazas, la contratación este año de 1.306 profesionales para reforzar los centros sanitarios de Atención Primaria y la licitación de 12.000 plazas en residencias de mayores.
También ha aprobado medidas como la incorporación de 17.400 personas al sistema de atención a la dependencia con un gasto de más de 22 millones de euros.
Asimismo, ha autorizado la concertación de operaciones de endeudamiento hasta un importe de 734 millones de euros, de los que 600 se captarán -por primera vez desde el inicio de la crisis- en los mercados financieros.
La riqueza de los andaluces nunca había representado menos de un 74% del promedio de España salvo en el 2007 y 2016, con la gestión de Susana Díaz, la comunidad autónoma sigue por debajo de los tres millones de personas trabajando, una cota que no supera desde 2008. 674.500 ocupados, están las administraciones públicas, educación, sanidad y servicios sociales.

El paro seguirá siendo la mayor lacra. Durante la crisis que arrancó en el tercer trimestre de 2007, se perdieron en la región casi 950.000 empleos. En 2014, con Susana Díaz al frente de la presidencia de al Junta sólo se recuperaron 23.964
Señalar que respecto a Europa tampoco se ha conseguido grandes avance. Incluso con la incorporación de países con un desarrollo económico humilde como Rumanía y Bulgaria en 2007, y la República Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia en 2004 el PIB per cápita se ha vuelto a distanciar a partir de 2010.

El número de empresas total se ha reducido en un 10% en los últimos cinco años. Finalmente el número de grandes empresas en Andalucía, de las cuales solo existen 21, equivalen a un 0.06% del total.

Seis años ha estado Andalucía en el grupo de regiones en transición, aquellas cuya riqueza por habitante se sitúa en la banda templada de los territorios europeos. Bruselas ha confirmado que el PIB per cápita de la comunidad ha caído otra vez por debajo del 75% de la media de la UE, por lo cual vuelve a pasar al grupo de las regiones en desarrollo, las más pobres, aquellas que antes se denominaban de Objetivo 1, las que más ayudas reciben. Sí, habrá más fondos para la creación de empleo, para las infraestructuras y para atender a los inmigrantes, pero la caída también guarda una lectura demoledora: después de haber recibido más de 100.000 millones de euros de fondos europeos, Andalucía no ha logrado converger. Diverge.

Aunque la presidenta andaluza ha resuelto con brevedad la crisis de gobierno producido por la marcha a Madrid de su Consejera de Hacienda, María Jesús Montero, unificando Hacienda con Economía y nombrando a una feminista cercana a Podemos para la nueva Consejería de Universidad y Conocimiento, desgajada de la cartera de Economía, el panorama que le espera en lo que le queda de legislatura no permite albergar optimismo político.
Además de la presión del caso de los ERE –que cuando menos está dejando la impresión del descontrol y la arbitrariedad absolutas sobre 850 millones de euros a lo largo de años–, y de la calle –Spiriman la ataca de nuevo con su crítica de la sanidad andaluza
Juan Marín, líder de Ciudadanos se refirió al amiguismo y partidismo de la Junta de Andalucía señalando la existencia de 2.333 puestos de libre designación a los que los funcionarios de carrera no pueden acceder. De paso, aprovechó para exigir a la nueva ministra de Hacienda la negociación inmediata del acuerdo de financiación autonómica.
Podemos acusó a Susana Díaz de asfixiar la política de dependencia en la Junta con una situación laboral caótica
Antonio Maíllo, coordinador general de IU dice:El contacto con esos conflictos a través de encuentros, de escucha y de diálogo, te permite detectar una Andalucía que responde al modelo de economía extractiva, profundamente dependiente de la Administración Pública y con una desarticulación social que se traduce en un paro estructural que no cambia de tendencia, en una profunda brecha de desigualdad de género y en la instalación de la precariedad en la vida de la gente, todo esto frente a un discurso oficial triunfalista que no se compadece con la realidad. Esa Andalucía que dicen que sale de la crisis pero que choca con las contradicciones sociales: el desguace del empleo, la incorporación de generaciones al mundo del trabajo que asumen con preocupante normalidad la temporalidad y la precariedad, la profunda brecha de género, que sitúa al 60% de las mujeres de menos de 30 años en situación de desempleo y la pobreza derivada de un paro y de unas ayudas que no llegan a sectores populares, que han pasado de la pobreza a la exclusión social durante la crisis”.
El espacio simbólico del PSOE aquí es más limitado. Cuidado, es más poderoso en términos de clientelismo institucional pero es más débil en términos de cambio. Susana Díaz no representa el bloque de cambio, ni en política real ni en política simbólica, sino que representa la experiencia fallida dentro del PSOE. Conocemos la fortaleza institucional que tiene el PSOE andaluz, pero también su debilidad, de dirigentes que no tienen proyecto político
Los errores Susana az: Acuñados por el periodista Carlos Mármol, son 'peronismo rociero' se conoce al 'populismo' dicharachero con el que la presidenta de la Junta cree ganarse la cercanía de sus votantes. Aunque en determinados entornos esa 'campechanía' le ha funcionado, el exceso de clichés y esa visión patrimonialista de las instituciones que le lleva a hablar de los colegios o los hospitales como si fueran de su propiedad provoca un rechazo creciente, dentro y, sobre todo, fuera de Andalucía.
Más allá del vacío de contenido del lema, el mantra '100% PSOE' se ha interpretado como la asunción del pasado del partido con todas sus consecuencias, sin el más mínimo sentido crítico contra una historia que ha estado trufada de aciertos pero también de muchos capítulos bochornosos. Con dos ex presidentes de la Junta en el banquillo de los acusados por corrupción, suscribir sin matices toda la trayectoria del PSOE conlleva muchos riesgos.
La exhibición de aparato ha sido tan apabullante que han sido más los avales que los votos recogidos (con una diferencia de 1.500), lo cual demuestra que el clientelismo y el miedo a las represalias desde el poder orgánico e institucional siguen funcionando.
La fórmulas del PSOE para superar la crisis en Andalucía no convencen a ningún analista mínimamente informado. De hecho, los índices de la desigualdad han crecido en Andalucía en mayor medida que en otras comunidades autónomas y, en contra del cambio de modelo predicado, la creación de empleo sigue dependiendo del tirón del turismo y la recuperación de la construcción, con empleos de baja calidad y un paro estructural asfixiante.
Según Juan Manuel Moreno Bonilla “en este tiempo, y las estadísticas oficiales me avalan, ha demostrado ser una mala gestora al frente del Gobierno andaluz. Andalucía se está quedando atrás en la recuperación económica y en la bajada del paro, y los andaluces seguimos siendo los españoles que más impuestos pagan, pese a que la inversión en la Sanidad y la Educación es la menor de España por habitante. Díaz suele decir una cosa y hacer la contraria. Su discurso se basa en la forma, y no en el fondo; en la puesta en escena, pero no en el argumento. Es una política efectista, pero sin contenido, y sus hechos pocas veces acompañan a sus palabras. En absoluto es dialogante y mucho menos implacable contra la corrupción. Así lo hemos podido comprobar con su gestión del caso de los cursos de formación o con el último escándalo de corrupción que se investiga en Andalucía: la adjudicación -"carente del más mínimo rigor", según el auto de la juez sobre la explotación de las minas de Aznalcóllar. Esta vez no ha podido encontrar ningún culpable, más que ella, del turbio proceso que abanderó durante la campaña electoral. Imponer un calendario, un método y un estilo que no favorece el acuerdo. Díaz está demasiado acostumbrada al ordeno y mando. Impuso un presidente del Parlamento socialista con una larga trayectoria de ataques inaceptables al PP. Forzó la constitución de una Mesa en la que el PSOE está sobrerrepresentado en detrimento del PP. Y no ha consultado las votaciones. Su obstinación en celebrar las elecciones separadas del 24-M, además de costar 12 millones de euros a los andaluces, impide acuerdos y pactos con otros partidos. Que ignore esa realidad la aleja de ser fiable. Ella anunció que sería presidenta "muy pronto". Pero no lo es porque no cumplió los acuerdos con el resto de grupos y porque ha jugado a varias bandas sin concretar con ninguna. Eso ha provocado su aislamiento y debilitado la solemnidad de la investidura.
No dirigir personalmente las negociaciones. Susana Díaz no ha trabajado complicidades ni acuerdos. Parece que quiere una aclamación incondicional. Ni responde, ni llama ni tiene la iniciativa de las negociaciones. Y se niega a aceptar ni una sola propuesta del resto de fuerzas políticas. Por si fuera poco, el desprecio continuo al Partido Popular andaluz no es propio de una cultura democrática madura y moderna. Como esos ataques, en menor medida, los ha extendido al resto de partidos, no es de extrañar su soledad.

Susana Díaz es la heredera política del mayor caso de corrupción de España y mantiene sumida a Andalucía en un atraso inexplicable.



El saqueo de los ERES simboliza una forma de entender Andalucía que la ha sumido en un retraso inexplicable por su potencial
El presidente del PP, Pablo Casado, ha dicho este domingo que, si en Andalucía se sigue votando "el mismo fracaso, el paro, deuda y pobreza", es "probablemente por una red clientelar que asfixia y una corrupción sistémica que, igual que en Cataluña, permitió movilizar a una Administración a favor de un partido".
Andalucía es "la única región europea, junto a Baviera, que no ha tenido alternancia", pero "en Baviera no les ha ido mal, porque es la primera región europea".en Andalucía miembros del ejecutivo "han gastado el dinero público en prostitutas, cocaína y mariscadas".
El dirigente 'popular' ha resaltado que "quien humilla a los andaluces es quien los lleva a la cola del paro, a las listas de espera de los hospitales o a barracones en colegios que son como saunas", por lo que "quien mancilla a los andaluces es Susana Díaz y el PSOE".
Casado cree que "no es justo" que los jóvenes andaluces de menos de 40 años "no hayan visto en la Junta otro color político que el PSOE" y ha calificado como "un drama" que "no haya habido alternancia ni saneamiento democrático por la red clientelar y la corrupción, que es lo que el PSOE está haciendo en esta tierra".
Susana Díaz tuvo que pagar un peaje por esta incursión mediática. La presidenta respondió a la polémica de la Faffe, sin nombrarla y refiriéndose a ella como «el caso». «Es de hace diez años y durante mis cinco años en la Presidencia, nadie ha podido encontrar nada de lo que avergonzarse».


PP-A asegura que 40 años de socialismo es "demasiado" y que Susana Díaz está dispuesta a pactar "con quien sea"

Loles López secretaria general del PP-A y cabeza de lista al Parlamento por la provincia de Huelva,se ha referido durante su intervención a la gestión educativa en Andalucía y ha criticado que la comunidad abra portadas en los periódicos por los 35 grados de temperatura en las aulas, por solo tener el 50 por ciento de los centros bilingües o porque sean los padres quienes tengan que comprar papel higiénico en algunos centros. Tras apuntar que los niños andaluces son "de diez", ha dicho comprender a los compañeros de otras comunidades que destacan que Andalucía esté a la cabeza en abandono escolar o que no ejecute sus fondos en infraestructuras, "hasta 150 millones en los dos últimos años por el acuerdo entre PSOE y Cs"..

López, que ha advertido de que la educación es el "pasaporte al futuro", ha lamentado que
Andalucía sea la segunda comunidad que menos invierte en educación, que se ataque a la educación concertada y que haya un déficit de 5.000 docentes hasta llegar a la media nacional.

En el ámbito interno, se funda en el ya famoso "el que se mueve no sale en la foto". En el externo, la penetración partidista de las instituciones, su ineficacia para el progreso de la región y una inmensa corrupción son sus más evidentes características.


4.- CUARENTA AÑOS DE SOCIALISMO ANDALUZ


Corre el año 1978. En el salón de actos de la Diputación de Cádiz se constituye el 27 de mayo la Junta de Andalucía. Por 18 votos contra 13, sale elegido como presidente el socialista Plácido Fernández Viagas. Y desde entonces el socialismo nunca ha sido descabalgado de la Junta. 40 años dan para mucho. Pero no para conseguir que la economía andaluza despegue como debería.
El PSOE-A jamás ha pasado por la oposición y la única vez que ha perdido las elecciones pudo seguir gobernando gracias a un acuerdo de coalición con sus vecinos de izquierda aniversario que, con toda seguridad, no tendrá parangón en ninguna otra democracia
El caso de Manuel Chaves, por ejemplo, es especialmente llamativo porque fue designado candidato a su pesar; estaba de ministro y cuando le ofrecieron ‘bajar’ a Andalucía se negó, no quería, pero tuvo que aceptar el sacrificio y, con la etiqueta de ‘el candidato a palos’ que le puso la oposición, ha sido el presidente de gobierno más longevo de Andalucía, y quizá también de Europa
¿Y cuál es la fórmula?
El primer congreso del PSOE de Andalucía, celebrado en diciembre de 1977, tenía como lema ‘Levantar Andalucía’ y lo más llamativo de todo es que, cuatro décadas después, los socialistas podrían presentarse a las elecciones con el mismo eslogan porque Andalucía, es la comunidad con más desempleo, con cifras terroríficas cuando se refieren al paro juvenil, con menos renta per cápita, con más fracaso escolar y peor calidad educativa, con más personas en riesgo de exclusión social, hasta un 41,7% de la población…
De forma general, lo que acaba de constatar con desolación la comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, en el VII Informe de Cohesión es que después de una enorme lluvia de millones, 45.750 millones de euros de la UE entre 1986 y 2016, durante la crisis económica se han vuelto a agrandar las diferencias de Andalucía con la media europea en todos los parámetros. La lluvia de millones ha transformado Andalucía, pero no ha conseguido la convergencia, que era el único objetivo. Para colmo, ahora, por los numerosos escándalos de corrupción, desde los ERE hasta los fondos de formación, la Unión Europea también coloca a Andalucía en el último lugar en el listado de calidad democrática.
40 años han pasado y quizá la estampa que lo resume todo es la del banquillo de los acusados de los ERE, en la que se sientan dos expresidentes de la Junta de Andalucía, Chaves y Griñán, y decenas de altos cargos que estaban a sus órdenes en la organización de esa enorme red de clientelismo.
Según el Índice Físico de Calidad de Vida, que combina el tradicional índice de
Desarrollo Humano (PIB per cápita en moneda constante y ajustado a la paridad del poder adquisitivo, esperanza de vida al nacer y nivel cultural) y la distribución de la renta per cápita, queda demostrado que Andalucía, que estaba a la cola del desarrollo de las regiones de España en 1900, seguía estándolo en el año 2000, cuando el PSOE andaluz llevaba ya 18 años en el gobierno, 14 de los cuales estuvo acompañado por un gobierno del PSOE a nivel nacional.
De hecho, la renta media por persona en Andalucía es en el 2015 de 7.942 €, 1.065 € menos que hace siete años. El informe del Observatorio de la Desigualdad de Andalucía ha aportado que el PIB per cápita andaluz apenas suponía en 2015 un 74.1% del español, en comparación con el nivel de 77.3% que alcanzaba en 2007.
En un reciente trabajo de El Demócrata Liberal, que sigue la senda iniciada en el libro La Tela de araña andaluza: el poder de un régimen, se recogen los últimos datos sobre la situación andaluza: Durante las tres décadas largas de socialismo en Andalucía, el paro ha sido uno de los más altos de Europa y la diferencia de su tasa con el resto de España se ha mantenido en torno a los diez puntos porcentuales, lo que indica un problema de fondo sin resolver durante un tercio de siglo. A finales de 2016, la tasa media del paro andaluz era superior al 28 por ciento con provincias que superaban el porcentaje del 33 por ciento, como Cádiz. Y de sus parados, la mitad no tiene prestación alguna, ni por desempleo ni por ayuda social.
De poco más de 3 millones de personas que cobran en el 2016 un salario en Andalucía, la mitad no alcanza el salario mínimo interprofesional de 648 euros mensuales y casi el 60 por ciento de la población asalariada de Andalucía no llega a mileurista.
Según los datos de la Estadística del Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad, la Junta de Andalucía es la segunda comunidad autónoma que más ha reducido en sanidad estos últimos años: mil millones de euros desde 2009 a 2016, presentados, cómo no, como consecuencias de lo exigido por el gobierno central. Por dar algún dato más sobre la joya de la corona socialista que es la sanidad, digamos que Andalucía sufre la peor ratio de camas por habitante de todo el Sistema Nacional de Salud, con 1,7 por cada 1.000 usuarios, alejada de la media nacional de 2,3 camas por 1.000 habitantes.
En diciembre de 2016, fecha del último informe PISA, Andalucía se alejaba aun más de la tendencia nacional y empeoraba en los resultados de Ciencia y Matemáticas. De hecho, cae al último lugar de las 17 autonomías en Ciencia y al penúltimo en comprensión lectora y Matemáticas.
En salarios y pensiones, la situación andaluza es penosa. Según la última publicación de la estadística Mercado de Trabajo y Pensiones de la Agencia Tributaria, mientras el salario medio español es de 18.645 euros anuales, Andalucía alcanza apenas los 14.629 euros, 4.016 menos que la media nacional y ni una sola provincia andaluza alcanza la media nacional del salario medio mencionado.
Natural y consecuentemente, Andalucía está a la cola de la cuantía de las pensiones. En las pensiones declaradas en la renta de 2015, la pensión media nacional fue de 13.888 euros, pero en Andalucía la media se situó en 12.074 euros, 1.814 euros menos al año, manteniendo una diferencia de 4.000 euros al año con las comunidades de Asturias y Madrid.
Aunque algunas estadísticas elaboradas sobre la pobreza resulten discutibles, las que existen con mayor fiabilidad muestran que Andalucía está a la cabeza del número de personas en riesgo de pobreza –la mitad de sus trabajadores lo está apostilla CCOO–, que nueve de las diez ciudades más pobres de España son andaluzas o que los barrios más pobres están situados en Andalucía. Y así sucesivamente en casi todos los indicadores de riqueza y bienestar que examinemos.
Razones por las que Moreno pregunta: ¿está de acuerdo con seguir con 44 años de socialismo en Andalucía, con un millón de parados, 70.000 personas en lista de espera de dependencia, 62.000 en espera de atención quirúrgica, sí o no? ha indicado que le "duele que la presidenta de todos los andaluces calle cuando un presidente de gobierno de su mismo partido negocia y hace concesiones a los independentistas, busca fórmulas que no tienen cabida en la Constitución y les da oxígeno".
"Y ante eso, la presidenta de los andaluces debería alzar la voz defendiendo la igualdad. Pero como Sánchez es de su mismo partido, calla de manera vergonzosa"

El Consejo General de Economistas presentó el pasado enero de 2018 su Índice de Competitividad Regional. Este informe mide el entorno para hacer negocios de las diecisiete comunidades autónomas, a partir de decenas de indicadores agrupados en seis ejes de trabajo: entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, instituciones, infraestructuras, eficiencia empresarial e innovación. Las dos comunidades autónomas que han estado más años gobernadas por el PSOE , andalucia y extremadura se sitúan a la cola del Índice de Competitividad.

Según LORENZO B. DE QUIRÓS: el socialismo sureño ha edificado un régimen que ofrece una mezcla de pasado y de fracaso. Sus rasgos definitorios no tienen paragón con los existentes en región alguna de la OCDE, salvo quizá, el Mezzogiorno italiano. Andalucía mantiene un diferencial de PIB per cápita respecto a la media española prácticamente igual al que existía en 1980. Desde el punto de vista de la teoría económica, ello supone una extraordinaria anomalía. En un mercado único, como lo es España, las regiones más pobres tienen un potencial de crecimiento mayor que las ricas por lo que, ceteris partibus, tenderían a converger con éstas en términos de renta per cápita. Tres décadas y media es un espacio temporal suficiente para que la convergencia real de Andalucía con el resto del Estado se hubiese producido y/o avanzado. Por lo que se refiere al desempleo, su diferencial respecto al promedio nacional ha aumentado con el tiempo. Durante el quinquenio anterior a la implantación del antiguo Plan de Empleo Rural, Andalucía tenía, en datos trimestrales y como media, una tasa de paro 6,07 puntos por encima de la española. Este fue uno de los motivos esgrimidos para introducir el PER en 1984. 40 años después, si se realiza la misma operación con los mismos datos, tomando como muestra los cinco últimos años, dicho diferencial es 9,34 puntos superior al promedio español. Esa brecha se ha mantenido en esos valores tanto en las fases altas del ciclo como en las bajas. Eso sí, el mecanismo de subsidios a los desempleados ha logrado acabar con la movilidad geográfica de los parados. La última Estadística de Movilidad Laboral y Geográfica publicada por el INE arroja un dato: sólo un 2,7% de los desempleados andaluces ha cambiado de municipio en el último año, el porcentaje más bajo de toda España.

Los asalariados en el sector público son 524.400 frente a 1.653.500 en el privado, es decir, uno de cada tres andaluces trabaja para las administraciones. Con ser grave, eso no es lo peor. El número de individuos que obtienen sus ingresos del sector público, léase funcionarios y contratados, parados, pensionistas, dependientes, receptores del subsidio agrario, etcétera es de 2.807.654 personas, mientras la población ocupada en Andalucía a 1 de febrero de 2015 era de 2.681.000 individuos; esto es, hay más de un subsidiado por ocupado, en concreto 1,05.

Cuando el marco político-institucional desincentiva el crecimiento, una economía atrasada, la andaluza, no es capaz de aprovechar sus ventajas competitivas porque: los incentivos de los empresarios a emprender actividades productivas, innovar e incorporar tecnología se desvanecen; el atractivo de los inversores para ubicar su capital en zonas poco desarrolladas pero con una potencial tasa de retorno superior a la proporcionada por las economías maduras desaparece, y los estímulos de los trabajadores para incrementar su capital humano, buscar empleo y prosperar se esfuman. Esa es la realidad de Andalucía y la causa determinante de su atraso.

La financiación de un desmesurado aparato público tiene un impacto brutal sobre el esfuerzo fiscal realizado por los andaluces. Por ese concepto se entiende el cociente entre el porcentaje que suponen los ingresos públicos respecto al PIB y la renta per cápita de cada territorio. Andalucía, la autonomía junto a Extremadura con el menor PIB per cápita de las 17 que integran el Estado es la que realiza el mayor esfuerzo fiscal; es decir, la carga tributaria relativa soportada por sus ciudadanos es la más alta de España. Tanto en los impuestos cedidos -Sucesiones, Trasmisiones, Patrimonio...- como en los que tienen tramo autonómico -IRPF...- el gravámen soportado por los andaluces es superior al de las demás

Esta voracidad fiscal no sólo penaliza el crecimiento económico sino que junto al asfixiante intervencionismo de su Gobierno ayuda a explicar, entre otras cosas, porqué esa región tiene una economía sumergida equivalente al 29% de su PIB.

En el 2015 después de 33 años de gobiernos socialistas, la región más poblada de España sigue en el furgón de cola de las grandes estadísticas.
Andalucía arrastra, desde antes de que se reconociera como autonomía hace más de tres décadas, un grave problema estructural, que la relega al furgón de cola de España en las principales estadísticas económicas. Un problema al que se suma ahora la percepción de una corrupción sistémica, tras casos sonados como el de los ERE fraudulentos o los cursos de formación.
La comunidad más poblada y la segunda más extensa del país cuenta con el tercer mayor PIB (146.701 millones de euros en 2014), sin embargo la ratio per cápita sigue en el penúltimo lugar de todas las regiones, sólo por delante de Extremadura, con 16.843 euros, es decir un 25,2% inferior a la media española.
Peor es la marca del paro, pues con una tasa del 34,2% (23,7% en España) es la más alta. La cruda realidad es que actualmente casi 1,4 millones de personas no tienen trabajo en la comunidad según la EPA. Es decir, uno de cada cuatro españoles en situación de desempleo es andaluz.



  • ¿POR QUE EL PSOE GANA SIEMPRE LAS ELECCIONES EN ANDALUCÍA?
Hace ahora dos años, en noviembre de 2011, el PSOE se enfrentaba en Andalucía a unas elecciones autonómicas cuyo resultado se presentaba más que incierto. Ante ello, la Junta optaba por convertir en empleados públicos a casi 30.000 trabajadores de la administración paralela autonómica por medio de la Ley 1/2011, una auténtica antología del enchufismo, Romero Robledo corregido y aumentado ciento cincuenta años después.
Lo anterior era considerar a la administración como el botín de los partidos políticos; es decir, la canibalización del Estado, destruyendo el espíritu de una administración central y neutral para convertirla en un comedero al servicio de lo que eufemísticamente se denominan cargos de confianza: léase, el caciquismo. La gran mayoría de esos 30.000 empleados en dependencias de la Junta -fundaciones, empresas públicas y entes similares- guardan una estrecha vinculación familiar o afectiva con miembros del PSOE, UGT y CCOO. Semejante cacicada institucional fue recurrida, y hay ya 2 sentencias del Tribunal Supremo y 3 del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que avalan la ilicitud de muchos de esos puestos “digitales”. Sin embargo, la Junta viene recurriendo a subterfugios para incumplir las sentencias. Ayer mismo se conocía que la Junta destinará casi 5 millones de euros a los sindicatos en partidas que anteriormente se han destinado a fiestas y comilonas sin que, salvo la juez Alaya, nadie haya dicho nada al respecto. También se da la callada por respuesta en el caso de los miles de enchufados de la Junta que siguen cobrando un sueldo con dinero público difícil de justificar. ¿Hasta cuándo durará todo este despropósito?
Mientras que España arrojaba un desequilibrio con el exterior del 10% del PIB, Andalucía acumulaba un déficit por cuenta corriente del 17%, una cifra récord en el mundo
El problema de la economía andaluza estriba en la baja cualificación de su mano de obra. Después de conseguir recortar mucho la tasa de analfabetismo en los años 80, el gap de formación con el resto de España sigue ahí. Y eso se traduce en trabajos y servicios de poco valor añadido y escaso capital tecnológico. En Andalucía se lleva 20 años hablando de cambiar el modelo, pero no se ha hecho nada por elevar el nivel educativo”, comenta José Ignacio García Pérez, profesor de la Universidad Pablo Olavide y miembro de Fedea. Y ahí radica la descomunal dejadez del Gobierno socialista durante los últimos 37 años. Por mucho que el grado de formación de los padres sea determinante, ha fallado el sistema educativo. Como consecuencia, el abandono escolar ocurre en Andalucía dos años antes que en el resto de España. Los jóvenes dejan los estudios para ocuparse en la construcción, el turismo o el campo. Tan dependiente de esos sectores, el empleo se torna muy estacional, fácilmente sumergible en la economía B y altamente sensible a las épocas de vacas flacas. Lo cual convierte en normal que un andaluz trabaje por temporadas, alternando periodos de empleo con otros enganchados a las prestaciones de paro. Pero ni por ésas cambian de municipio para buscar un puesto de trabajo. Sólo un 3 por ciento de los desempleados lo hace, la tasa más baja de España tal y como se recoge en los datos del INE.
En una suerte de círculo vicioso, la baja formación supone una rémora para la competitividad y para el impulso de otros sectores más intensivos en conocimiento. La industria y los servicios profesionales andaluces arrastran unas cotas de productividad y de inversión llamativamente más bajos, como ya indicaba un informe de La Caixa fechado en 2007.
Para colmo, en un ambiente de impuestos asfixiantemente elevados, el poco negocio que existe de una gama más alta muchas veces sobrevive dopado por una política de subsidios que pretende elegir campeones regionales con escaso éxito. Valga un dato: el sector industrial únicamente copa el 12 por ciento del PIB andaluz frente al 17 por ciento del PIB que acapara a escala nacional. En semejantes circunstancias, aun contando con nueve millones de habitantes, no es de extrañar que en 2014 la inversión extranjera productiva neta apenas haya rozado los 267 millones de euros, de acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio de Economía.
Pese al potencial turístico de la zona, las exportaciones andaluzas tan sólo suman el 20 por ciento del PIB regional, 13 percentiles por debajo del nivel alcanzado por España después de una brutal devaluación salarial. la receta sólo puede consistir en fomentar desde la base la cultura del emprendimiento y mejorar drásticamente la formación al objeto de que los andaluces sean capaces de producir bienes y servicios de mayor calidad añadida. Eso sí, con más facilidades y mejores incentivos. Si con 60.000 euros un ciudadano es rico y paga impuestos como tal, el incentivo a largarse y generar crecimiento en otra parte se antoja enorme.
Los catalanes poseen un PIB per cápita 10.000 euros mayor que los andaluces, que ocupan la penúltima plaza de este ránking la Junta gasta lo mismo en sanidad y educación que las demás, pero en cambio desembolsa bastante menos a la hora de sufragar otras políticas como por ejemplo la protección social. En cuanto al empleo público, éste se sitúa en el 19 por ciento de los ocupados, tres puntos más que la media y, por lo tanto, con una mayor proporción de empleados públicos respecto a los privados. momento en que sus dirigentes se concentren en explotar las enormes potencialidades que presenta Andalucía más allá de sus problemas de falta de ambición y mentalidad


El modo socialista de gobernar en Andalucía, caracterizado por mayorías muy amplias, no conllevó la profundización de la democracia, como presume el socialismo, sino la erección de un "régimen" caracterizado por el enchufismo generalizado, la aparición de una "administración paralela" y el usufructo del poder de las instituciones sin alternancia en el poder hasta el momento. Ello ha conducido a Andalucía a ser el escenario propicio donde se han dado los más graves y extensos casos de corrupción de España, si bien la estructura mediática del poder sobre la información, destaca mucho más otros asuntos mucho menores en cuantía y repercusión social.
Sanchez Fornet Policia, Ex Secretario General del SUP y Miembro del Observatorio Derechos Humanos y Libertades Públicas analiza la situación de la sociedad andaluza de esta guisa: “Una derecha con máscara de socialismo, de nacionalismo andaluz y hasta con reminiscencias franquistas por conservadurismo, sociedad cómoda de paguita y pensión para malvivir sin más aspiraciones. Una sociedad sin industria, que ha recibido más de 100.000 millones de euros de ayuda europea que se han perdido por los meandros de la corrupción, invirtiendo en polideportivos o centros públicos hoy cerrados porque son imposibles de mantener. La comunidad autónoma con mayor tasa de pobreza de España y una de las más pobres de Europa con gobierno monocolor desde hace 36 años. Con fama de pedigüeños, vagos, con una red clientelar instalada en organismos públicos y privados para comprar votos y que por su territorio y millones de habitantes es muy importante en el contexto de la nación. Clichés y tópicos que en cuarenta años no nos hemos sacudido. Mientras nos hundimos en la lista de regiones de España y Europa donde mejora el nivel de vida de sus ciudadanos el gobierno de los últimos 36 años nos dice que Andalucía es imparable. Seguro, camino de la miseria y la pobreza.No ha cambiado ni una coma para modernizar la administración ni para acabar con las prácticas de la Casta privilegiada, cuyos sueldos y mamandurrias son cualquier cosa menos socialistas”.
El retraso de Andalucía es el producto de un sistema que fomenta la acción de los buscadores de rentas en lugar de estimular la creación de riqueza. El omnipresente intervencionismo de la Junta de Andalucía unido a la construcción de una gigantesca maquinaria de transferencias destruye los incentivos al desarrollo. Es más rentable buscar la asistencia de los poderes públicos para obtener beneficios, prebendas y rentas que asumir los riesgos e inseguridades pero también las oportunidades ofrecidas por una economía de mercado. Esta política conduce de manera inevitable a encerrar a Andalucía en un círculo vicioso de subdesarrollo relativo que exigirá una creciente aportación de fondos de otras partes del territorio nacional y una elevada presión fiscal”.


5.- RECURSOS RECIBIDOS
Aun así, Andalucía ha recibido más recursos que nunca en toda su historia desde 1982. Se ha calculado que entre ese año y el 2017, sus presupuestos han sumado 750.000 millones de euros, a los que hay que sumar los casi 100.000 procedentes de la solidaridad europea y los no calculados derivados de la solidaridad nacional. Son cifras extraordinarias.
Eso sí, Andalucía está a la cabeza de la presión fiscal en España. Sólo tiene por delante a las Comunidades de Asturias, Cantabria y Extremadura. Su tasa de presión fiscal, de más del 34 por ciento, es dos puntos mayor que la media nacional, y por encima de comunidades más ricas como Cataluña, País Vasco y Madrid. Su esfuerzo fiscal por habitante, que es un 34 por ciento superior a la media nacional y más del 70 por ciento mayor que el de un madrileño o un vasco, sólo es superado en Extremadura.


6.- MAL GOBIERNO DE LA CORRUPCIÓN
La corrupción socialista en Andalucía afloró con la "madre de todos los casos" como se ha llamado al caso Juan Guerra, a principios de los años 90, si bien ya había habido otros como el caso Presidente, el caso Costa Doñana, el del chalé del ex presidente Rafael Escuredo, el caso Algeciras, primer caso de financiación ilegal del PSOE, y otros, como la creación y puesta en funcionamiento de Canal Sur Radio y Televisión con sus despilafarros delirantes, su enchufismo general y su favorecimiento de empresas amigas.
Tras el caso Juan Guerra, que forzó la dimisión de su "hermano" Alfonso, saltó el caso Tragaperras, derivado de aquel. Luego sucedió, en 1992, el caso Ollero, que afectó a consejeros y altos cargos de la Junta. Siguió el caso Chaves-Caja de Ahorros de Jerez, con un préstamo desaparecido a 32 dirigentes socialistas que nunca se pagó. También estuvo el caso de los intereses de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía que aparecían abonados en las cuentas del PSOE. En 1992, la Expo de Sevilla dio pie a numerosos casos con Jacinto Pellón de estandarte.
Tras el caso de los viajes gratis total, que afectaron a Manuel Chaves, Mariano Rubio y otros, llegó el caso Salinas-Montaner, ambos ex consejeros de la Junta que recibieron de Jesús Gil 200 millones de pesetas a cambio de hacer la vista gorda en el urbanismo marbellí. Estalló después el caso Faros, que mostraba cómo incluso ministros socialistas veraneaban en estos lugares públicos. Luego vino el caso del pilotaje ilegal de buques por parte del delegado del gobierno socialista en Ceuta y el caso Oliva, que mostró como el abogado de Juan Guerra quiso comprar al juez del caso, Ángel Márquez con un puesto en el Consejo del Poder Judicial.
Luego ha habido muchos más, el espionaje de los presidentes de las Cajas de Ahorros de Sevilla entre ellos, que implicó al propio Manuel Chaves, la concesión de una ayuda millonaria a Minas de Aguas Teñidas, donde trabajaba la hija del propio Chaves, hasta llegar a los macrocasos en la época de la juez Alaya, pasando por el caso Malaya, con importantes socialistas implicados además de la cúpula del GIL, el caso Astapa en Estepona o la Operación Poniente en El Ejido, entre otros.
Por fin llegamos a los macrocasos que ocupan la última fase de la historia del socialismo andaluz. Su envergadura hace palidecer hasta el punto de que alguno de ellos, el caso ERE, con dos ex presidentes socialistas de Andalucía y 20 altos cargos de la Junta procesados, está considerado como el segundo mayor caso de corrupción de la historia de España. Pero no puede olvidarse el inmenso caso del fraude en formación, el de las subvenciones de la UGT andaluza ligada al PSOE, el caso de los avales públicos a empresas amigas y el caso Invercaria.
Este panorama sangrante es el que hace inexplicable la actitud de Pedro Sánchez cuando sólo se refiere a la corrupción del PP, que la hay, pero ni tan extensa ni tan intensa como la socialista, sólo en Andalucía, y sin recordar Filesa, el caso Banco de España, el caso AVE, el caso de Luis Roldán y otros de nivel nacional.
El problema principal de Susana Díaz no es Pedro Sánchez. Su problema fundamental es convencer a los miles de afiliados y militantes socialistas de que lo que ha logrado mantenerse, cada día más a la baja, en Andalucía durante cerca de 40 años, enchufismo y ocupación del espacio institucional y civil incluídos, es un modelo de futuro para un socialismo del siglo XXI, democrático y europeo.


Romero candidato de Cs por la provincia de Cádiz ha hecho alusión al incremento en 1.300 millones de euros que ha tenido la sanidad andaluza gracias a las exigencias de Ciudadanos desde que llegaron al parlamento en el año 2015, “pero que no se han sabido aprovechar por la absoluta ineficacia en la gestión del PSOE”. “Porque 1.300 millones de euros dan para construir muchos centros de salud en Andalucía, para construir hospitales y contratar especialistas, pero en las manos socialistas el dinero de despilfarra sin sentido”, ha afirmado.

Ferraro apunta a problemas institucionales, la calidad del Gobierno andaluz está entre los más bajos de España y sólo supera a los italianos y griegos, buena parte de las ayudas también han servido para recrecer un sector público que, en determinadas políticas, se ha mostrado ineficiente, por no decir que absolutamente estéril. Piénsese en las políticas activas de empleo y en todos los casos de corrupción en las que ha derivado -como el de los ERE y los cursos de formación-, sólo servían para repuntes coyunturales de la oferta pública de empleo. Cuando se agotaban las ayudas, se volvía a los mismos niveles de antes.

"La política regional trataba de evitar -sigue Joaquín Aurioles- tres elementos: la absorción de empresas por parte de las grandes empresas de otros países, por lo que había que restituir el tejido empresarial; la destrucción de empleo, por lo que había que restituir la empleabilidad, y conseguir un nivel medio de competitividad, por lo que había que restituir el stock de capital, y dentro de ello estaba la mejoría de las infraestructuras, aunque sea un apartado menor". Y su balance es el siguiente. Demoledor. "De lo primero, casi nada; de lo segundo, ahí están todos los casos de los sindicatos, los cursos y demás, y de lo tercero, poco, a excepción de la infraestructuras".
Mauro Ruiz, profesor de Análisis Económico de la Universidad de Sevilla, asegura que el problema es que "las prioridades de la Junta nunca han sido los proyectos de desarrollo".
Evidentemente, los avances no han sido ni con mucho los esperados. La estructura productiva sigue anquilosada en los eslabones más débiles de la cadena -una muestra muy clara es que el grueso del aceite se sigue vendiendo a granel- y lejos de que sectores con más valor añadido tomen el relevo, unido a que la crisis ha traído consigo el hundimiento de la construcción y un nuevo proceso de desindustrialización, que se ha cebado especialmente con provincias como Sevilla.
Andalucía representa el 18% de la población española y el PIB sólo el 13,8%. Además, sólo su sector primario supera este peso con el 29%, mientras que la aportación de la construcción y los servicios es del 14% cada uno, y la industria sólo del 9%.
Alejandro Cardenete, director del departamento de Economía de la Universidad Loyola en Andalucía, afirma El problema radica en que "está muy sometida a la coyunturalidad, y actividades como la construcción prácticamente han desaparecido. El sector servicios es demasiado estacional y el industrial tiene que ser relanzado".

Sobre el trabajo, Ferraro es muy crítico, porque entiende que el modelo educativo andaluz, basado en el "para todos" sobre otros criterios, ha impedido una educación en excelencia y ha dado, como resultado, unos trabajadores poco cualificados. Y, por otra parte, la iniciativa empresarial, entendida como el interés personal por crear empresas, es muy limitada, muy pegada al terruño e ignorante del entorno globalizado.

Pero el catedrático de Economía de la Hispalense Francisco Ferraro Ferraro apunta a otros problemas: considera que el marco institucional no es bueno, porque ni las leyes que se promulgan son efectivas y ni la calidad del Gobierno andaluz es la adecuada. Es mala. De hecho, el índice de calidad de los gobiernos que publica la Comisión Europea (EQI) coloca a Andalucía en el puesto más bajo de España, comparable al de algunos territorios polacos y por encima de los griegos y de los del sur y centro italianos. Una de las deficiencias que Ferraro apunta, en este sentido, es la ausencia de evaluaciones de las políticas. "No se miden sus efectos, a pesar de que sabemos que hay algunas, como las de empleo, que no sirven para nada", concluye Ferraro.


7.- EVOLUCIÓN ECONÓMICA DE ANDALUCÍA

La región sigue perdiendo posiciones en el mapa de la riqueza de España, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Diciembre de 2017 ni siquiera en el nuevo marco de recuperación económica la región consigue acortar distancias con otras regiones más desarrolladas. Así, la riqueza media por andaluz (PIB per cápita) se sitúo en 17.790 euros en el año 2016, frente a los 32.815 euros de los madrileños, que son los compatriotas con mayor nivel económico, Este desfase supone que un habitante medio de Madrid es casi el doble más rico que uno de Andalucía. Este último informe de la Cuenta Regional de España publicado por el INE refleja que el PIB per cápita de Andalucía representa solo un 73,9% de la media nacional, que se sitúa en 24.080 euros,

En esta carrera por la convergencia económica, la región vecina no ha llegado a desfondarse durante los cinco años de crisis y pese a que ha perdido terreno, como casi todas las comunidades autónomas, el retroceso ha sido menor que el andaluz. Con ello, los extremeños han acercado posiciones

Si el empleo se considera la mejor política de cohesión de los territorios, junto al capital, el parque de empresas o el espíritu emprendedor, en estos últimos años de graves dificultades económicas estos factores no han hecho más que degradarse en Andalucía


La mayor parte de las sociedades de estudios coinciden en que crecerá una décima por debajo de la media española, desde el 2,6% que vaticina BBVA al 1,9% que estima Loyola, que considera además que el adelanto electoral,"demasiado anticipado", es un factor negativo, pues entiende que se ha perdido un año para la ejecución de un presupuesto recién aprobado, lo cual paraliza las decisiones empresariales.
En el plano político, el profesor Mauro Ruiz critica la "diatriba entre los grandes ayuntamientos, en su mayoría controlados por el PP, y la Junta, que veta sistemáticamente todos los proyectos".
Asimismo, apunta a la corrupción como un gran hándicap. "La sensación de que aquí es mayor supone un freno a las inversiones. Y la sobrelegislación es un agravante. Se cumple el caso de la teoría de las expectativas racionales". En esta línea, destaca las oportunidades perdidas por la comunidad, "con los fondos malgastados, asunto que está siendo investigado dentro de los casos de la formación o los ERE".
La errática fiscalidad es otro importante problema, según los economistas. "El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es una carcoma de la clase media, que elimina incentivos al ahorro y al trabajo", indica Ruiz.
Por su lado Cardenete, apunta que "una economía esclerótica donde ser rico es ganar mas de 60.000 euros anuales y la presión en IRPF es de las mayores de España, no es precisamente crear un clima atractivo a los inversores y empresarios".
Ni por salarios ni por fiscalidad ni por tecnología, Andalucía puede competir con el resto, a pesar de ser más pobre, De este modo, seguimos encerrado en nuestro particular bucle. Concluye que nuestra competitividad sólo mejorará si nos diferenciamos en algunos de estos tres factores: salarios, tecnología y fiscalidad. Y por ninguno de ellos nos distinguimos, quizás los más difíciles de conseguir sea la competitividad salarial y la fiscal, ambas por causas políticas, pero el tiento en la inversión tecnológica ha sido muy mejorable.

Un caso ilustra esto. A mediados de octubre comenzó un verdadero éxodo de empresas catalanes hacia otras regiones españolas a causa de las pérdidas que causaba el riesgo de la independencia. Fueron miles, pero sólo tres decidieron trasladarse a Andalucía y porque ya contaban con instalaciones en las provincias de Córdoba y de Málaga. La Andalucía de las oportunidades empresariales nadie la ve fuera de nuestras fronteras regionales, no somos atractivos ni por bajos salarios ni por bajos impuestos, sino todo lo contrario, ni por una tecnología eficiente que reduzca los costes.
Para el catedrático de Economía de la Hispalense Francisco Ferraro, "no es que perdamos convergencia, estamos divergiendo, y lo que debemos preguntarnos, más allá de las causas coyunturales, es por qué crecemos menos y, en definitiva, por qué producimos menos".

Por parte del capital, es cierto que la inversión privada en Andalucía sigue siendo muy baja, por debajo del porcentaje que le corresponde por población, lo que le lleva a preguntarse por qué invierten tan poco las empresas en la comunidad.
Ésta es una pregunta esencial. No sólo su respuesta, sino su formulación, porque lo cierto es que, como antes se apuntó, las compañías no eligen a Andalucía para la inversión. Su atractivo diferencial no existe. Ni en salarios ni en tecnología ni en impuestos

8.-PESO DE LA INDUSTRIA EN ANDALUCÍA

En España, la industria supone un 16% del PIB, mientras que en Andalucía el PIB industrial equivale a un 12% del total. Andalucía en Europa, y saber que la mayoría de las regiones europeas están por encima del nivel de Andalucía. Por tanto, se puede considerar que Andalucía se encuentra a la cola de Europa, tanto a nivel económico por cápita como a nivel industrial. Andalucía solo se puede comparar con las regiones del sur de Italia, Portugal y los países del Este, ya que es superada por la totalidad de las regiones de países como Francia, Alemania o Inglaterra. Dada la extensión y población de Andalucía, es intolerable que se encuentre a la cola en la economía europea. la industria representa el 13% de la economía total de Andalucía, situándose como el segundo factor más importante del PIB regional, por detrás del sector servicios, que alcanza la desmesurada cifra del 74%

El tejido empresarial andaluz está compuesto principalmente por micro empresas de menos de 10 trabajadores, llegando a ser el 88% de las empresas industriales andaluzas. El 12% restante son PYMEs, las cuales han sido las más golpeadas por la crisis económica.

Sólo un 8% de los empleados pertenece al sector industrial. Por otro lado, el sector industrial está sufriendo una caída de empleo superior al de agricultura y servicios, cercana al 30% en los últimos cinco años.

De este análisis se observa una fuerte desindustrialización del mercado laboral en Andalucía, ganando fuerza la agricultura frente a la industria y la construcción. Sin duda, la tasa de paro cercana al 37% es un problema económico vital a corto plazo, pero ese reparto laboral, muy encaminado tanto al sector servicios como al sector agrícola, puede provocar una fuerte recesión de Andalucía en los próximos años y décadas, al haber una huída de profesionales a otras regiones del país, o incluso al extranjero.
La economía andaluza depende fuertemente de la economía de España y ésta a su vez de la economía de la zona Euro (principales zonas importadoras de productos andaluces).
  • Andalucía ejerce un papel muy débil dentro de la industria española pese a ser la comunidad autónoma con mayor población del país.
  • Andalucía está sufriendo una desindustrialización a favor de otros sectores como el terciario y el agrícola.
  • Económicamente la industria andaluza parece haber logrado estabilizar su caída, aunque no se ven vestigios de recuperación.
  • El tejido empresarial andaluz está fuertemente formado por micro empresas, lo cual resta competitividad en el mercado mundial.
  • La industria extractiva soporta las mayores caídas de precios industriales.
Según Eduardo Garzón Si en Andalucía tenemos más paro que en otras regiones se debe fundamentalmente a la debilidad y estrechez de nuestra estructura productiva. Mientras nuestra región se caracterice por tener un tejido industrial pobre que no pueda generar importantes “efectos arrastre” sobre el resto de actividades económicas, no importará lo emprendedores que seamos, lo formados que estemos, lo currantes que seamos, o las buenas intenciones que tengamos; seguiremos sufriendo altas tasas de desempleo.


Un trabajo de CRITERIABLOG

1 comentario:

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